Si tuviéramos que describir en pocas palabras la región de Bucovina, posiblemente utilizaríamos la siguiente lista: arte popular, monasterios e iglesias de brillantes colores, tradición y, por supuesto, historia. Además, siguiendo la tendencia del resto del país, te deleitará la hospitalidad y el nivel culinario de los bucovinianos, dos poderosas razones más para quedarte unos días por la zona.
Bucovina se ubica al noreste de Rumanía y es contigua al norte con Ucrania; por el oeste llegarías a Maramures; por el este tiene vecinos moldavos, mientras que por el sur limita con Transilvania.
Una vez que pongas los pies sobre territorio de Bucovina te percatarás de la diversidad étnica y lingüística que representa las diferentes comunidades que aquí conviven: rumanos, ucranianos, polacos, rusos, húngaros, lipovanos, rutenos y romaníes. Así pues, la riqueza étnica ha sido fundamental para la composición de las costumbres y tradiciones más específicas de cada zona.
El relieve de Bucovina se caracteriza por la combinación de montañas, depresiones, colinas, mesetas, llanuras y prados. No es de extrañar por lo tanto que se considere como un paraíso turístico. La región montañosa incluye las montañas de Suhard, Obcinele Bucovina (Mestecăniș, Feredeu, Mare), los macizos de Giumalău y Rarau y la montaña Sutra. Por si quieres anotar el dato, el pico más alto de Bucovina es el Giumalău, con una altitud de 1856 m.
El Parque Nacional Călimani, declarado área protegida, y con varios condados en su territorio (Mureș, Suceava, Harghita, Bistrița-Năsăud), se ha consolidado como una zona perfecta para ofrecer experiencias únicas al turista. Si tienes la oportunidad, no te lo pienses y haz alguna ruta senderista para descubrir la complejidad de su vida silvestre.
El segmento que pertenece a Bucovina se encuentra en el suroeste del condado de Suceava, a unos 25 km de Vatra Dornei. Por el clima y el relieve que posee, es un territorio propicio para el cultivo de plantas (los más comunes son el maíz, el trigo, el girasol y una importante variedad de cereales) y cría de animales.
Suceava es, sin duda, una de las ciudades más bellas de Bucovina. De todo lo que tiene que ofrecerte no te pierdas esta lista: la Fortaleza Scaun de Suceava, la Fortaleza de Șcheia y el Museo del pueblo de Bucovina.
Si haces una parada en tu viaje, aquí puedes visitar la Galería del Pueblo o el Museo del Agua.
Atrae a los turistas gracias, en parte, a las aguas minerales y termales. Aquí también contemplarás unos paisajes incomparables, que se pueden disfrutar todavía más a través de alguna ruta de montaña. La zona también es famosa por sus pistas de esquí, muy concurridas por el turismo cuando llega la época de los deportes de invierno.
Rădăuți es una ciudad llena de hábiles artesanos. Lo puedes comprobar tú mismo en el Taller de Cerámica de Colibaba, así como en el museo de etnografía «Samuil y Eugenia Ioneț». El zoológico, el Gran Templo o su establo de caballos son otros puntos de interés turístico.
Gura Humorului es un complejo rico en tradiciones, arte popular, y con lugares de culto que desprenden una belleza especial. A todos estos elementos se suma otro atractivo ingrediente: sus pistas de esquí.