¿Asocias viajar a Transilvania con la visita a sus famosos castillos?
No te preocupes: no eres el único. El Castillo de Bran es el más representativo, ¡pero ni mucho menos el único! Para demostrarlo y que los puedas conocer de cerca en tu viaje, aquí te dejamos una lista:
El Castillo de Corvin
También conocido como el castillo Huniazilor, es un verdadero símbolo de la ciudad de Hunedoara. Es uno de los castillos más grandes de Europa y, por derecho propio, se encuentra en la lista de los más bonitos del mundo. La construcción data de la época medieval: se gestionó por iniciativa de Iancu de Hunedoara y mandó construirlo nada menos que encima de una roca.
Para acceder al castillo es necesario atravesar el puente que cruza el río Zlast, que sirve de antesala de un imponente edificio de estilo gótico con un patio de espectaculares dimensiones. Ya en su interior te debes preparar para un viaje a la época medieval: el baño de mujeres, la sala de la Dieta y la sala de los Caballeros serán algunos vehículos perfectos para ello. ¡Un lugar cargado de historias y leyendas que a buen seguro te darán mucho en lo que pensar!
El castillo de Bran (Drácula)
Se encuentra en el paso Rucăr-Bran y fue construido hace más de 600 años. En el inicio de su historia, la construcción tuvo un destacado papel como fortaleza militar, mientras que el paso del tiempo ha protagonizado varios cambios en su morfología hasta dar con la imagen que hoy conocemos. Hay una interesante lista de nombres que se asocian con este castillo: Ludovic de Anjou, Mircea cel Bătrân (Miguel el Viejo) o la familia Hohenzollern.
Pero hay más apuntes históricos: fue la residencia favorita de la reina María, una importante personalidad histórica que dejó su sello en el lugar, transformándolo en una verdadera joya arquitectónica. No obstante, como ya hemos apuntado, el castillo de Bran es internacionalmente conocido por los mitos y leyendas que giran sobre Drácula, el protagonista del libro de Bram Stocker. Este es, de hecho, el lugar que inspiró al escritor a completar su obra, que se trazó siguiendo la información disponible que el autor tenía del propio castillo y de las lecturas de Vlad Țepeș.
El castillo de Banffy
En la zona de Bonțida (cerca de Cluj Napoca) cobra vida cada verano desde el 2013. Y es que cuando llega la época estival se celebra el festival Electric Castle, otra de las citas rumanas que también ha trascendido las fronteras del país. También conocido como el «Versalles de Transilvania«, el castillo acumula elementos arquitectónicos renacentistas, barrocos y románticos.
Su historia ha sido cuanto menos agitada, puesto que ha sido testigo de decenas de momentos claves. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se usaba como hospital, fue gravemente dañado por las tropas alemanas. Sin embargo su presencia no cayó en el olvido y se recuperó tras una intensa labor de rehabilitación.
El castillo de Teleki
Ubicado en la localidad de Gornești, está a tan solo 17 km de Târgu Mureș y es un verdadero símbolo del arte barroco. El edificio fue diseñado por un arquitecto de Salzburgo siguiendo el estilo del Palacio Grassalkovich de Bratislava. ¡Cuenta con 52 habitaciones y 365 ventanas! Dos números que no son casualidad: representan las semanas y los días del año. Posiblemente, su ubicación también te sonará por convertirse en la sede del festival Awake de Teleki.
Ahora que no conoces únicamente el de Bran, ¿por cuál de todos estos castillos comenzarías tu viaje?
