Banat es una región de Rumanía con un sabor muy especial. Su belleza radica en los parajes naturales, sus paisajes y en la gran riqueza histórica que posee. La multiculturalidad es otra de sus señas de identidad: coexisten varias comunidades étnicas con una gran proporción de serbios.
Banat se encuentra en la parte occidental del país, delimitada al norte por Crișana, al oeste y al sur por Serbia, mientras que la parte este hace ‘frontera’ con Hunedoara y Oltenia.
La diversidad cultural, étnica y lingüística es una parte importante del encanto de la zona. Aquí conviven sin ningún tipo de problemas rumanos, serbios, húngaros, alemanes, romaníes, ucranianos, eslovacos y algunas otras minorías que convierten Banat es un rincón cálido, especial y acogedor.
El relieve de Banat es más que diverso. Alterna graudalmente, de este a oeste, campos, colinas y montañas. Una tónica bastante rumana, de hecho. Aquí se ubican algunas de las cadenas montañosas que conforman los Cárpatos occidentales, así como un área más estrecha de los Cárpatos meridionales. Tanto las colinas como la llanura occidental son los accidentes geográficos más predominantes.
Timișoara es la capital del condado de Timiș y centraliza un número importante de atracciones turísticas. Sus edificios barrocos son solo un ejemplo. Entre otras cosas, la ciudad es famosa por la presencia del Parque de las Rosas, que reúne una ingente cantidad de variedad de rosas, que incluso tienen un día de fiesta al año.
Además del centro de la ciudad (con sus palacios de estilo barroco), entre los principales puntos turísticos se encuentran: el casco antiguo, el bastión de Maria Theresia, el Museo del pueblo de Banat o el Parque de las Rosas.
Es la ciudad portuaria del Danubio. De todo lo que ofrece al visitante merece la pena no perderse las calderas del Danubio (Cazanele Dunarii), la Estatua de Decebal (la escultura de piedra más grande de Europa) o el Parque Central de Orșova.
Reșița es reconocida, no solo dentro de las fronteras nacionales, como el centro neurálgico del acero. Tiene una gran proyección turística que incluye puntos de interés como el Museo de locomotoras de vapor, el Museo de la montaña de Banat, el Palacio Cultural, la fuente cinética o el afamado parque tricolor.
Este es otro de esos lugares de Rumanía que rebosa historia y arte. La Iglesia de San Jorge, el Museo de Etnografía del Condado y el Regimiento Fronterizo de Caransebeș o el Monasterio de Teiuș son solo algunos puntos que deberías buscar en el mapa. Desde aquí también puedes embarcarte hacia una inolvidable expedición a las montañas de Semenic, Poiana Ruscă o Godeanu.