Rumania es el país con la mayor biodiversidad de Europa, lo que se traduce en numerosas formas de pasar el tiempo libre, desde «caminatas» en la naturaleza, natación, exploración de cuevas y deportes extremos por las montañas. Estos son solo algunos ejemplos que ciertamente cautivan cualquier espíritu turístico.
Rumanía se caracteriza por la diversidad, multiculturalidad, experiencias gastronómicas únicas. Ya sea que quieras poner a prueba tu espíritu de exploración, visitar los pueblos inalterados por las nuevas tendencias en los que se conservan las viejas costumbres, o participar en algunos de los festivales de música más populares de Europa: Rumania tiene de todo.
¡Ven y convéncete!
Rumanía tiene su encanto, un hecho encarnado por cada estación que domina este país. Sin embargo, los períodos mas adecuados para una visita son primavera (abril-mayo) y otoño (septiembre-octubre).
Si deseas descubrir Rumania en el verdadero sentido de la palabra, podrás hacerlo más allá de las atracciones y objetivos turísticos. Estos, por supuesto, simbolizan elementos representativos y dignos de apreciación, pero no representan la complejidad de este país.
Te sorprenderá descubrir cuántas leyendas, mitos y tradiciones se han conservado desde la antigüedad. Los rumanos celebran con santidad y alegría diferentes épocas del año, tanto si nos referimos a fiestas religiosas como la Pascua y la Navidad, como a los momentos relevantes en el calendario agrario, como la cosecha.
Una de las «tarjetas de visita» de los rumanos es el traje tradicional. Diferente de una región a otra, se ha transmitido de generación en generación, por lo que, en las áreas predominantemente rurales, todavía se usan en varias ocasiones. Además, los bailes populares como «Călușarii» u «hora», que combinan movimientos elegantes con letras satíricas, son una pieza de resistencia en el armario cultural rumano.
Estos son solo algunos ejemplos entre la multitud de tradiciones y costumbres rumanas. Tienen el poder de traer un poco de color y magia en la vida cotidiana y tienen el poder de crear una conexión entre la contemporaneidad y las viejas generaciones.
El encanto de la cocina rumana reside en su diversidad. En este sentido, las influencias mas significativas que se sienten en este sector provienen de los pueblos balcánico, alemánes, serbios, italianos, turcos y húngaros.
Entre los platos tradicionales que debe probar están: sarmale, caldo de tripas, balmos, mici, ensalada de berenjenas, estofado moldavo, polenta con queso y nata, etc. Lo que en Moldavia se llama «bors», en el resto del país se conoce como «sopa».
A los rumanos les encanta la carne, así que verás que muchas de sus recetas están basadas en este ingrediente. Si estás ansioso por tener una experiencia culinaria auténtica, puedes buscar una casa de huéspedes que no esté necesariamente ubicada en el centro de una ciudad. Cuanto más lejos estarás de las grandes ciudades, más podrás experimentar la comida auténtica.