A Timisoara también se le conoce como la «Pequeña Viena» por varios motivos. El más representativo es la arquitectura, calificada mundialmente como uno de sus atractivos más grande y diverso. La región lo ha tenido relativamente fácil para conseguirlo, puesto que cada uno de los pueblos que han pasado por aquí dejaron su impronta. ¡Por eso la multiculturalidad también ha sido siempre una seña de identidad de Timisoara!
¿Vas a pasar un día en la ciudad? Entonces te hemos preparado una serie de recomendaciones para que tu estancia sea corta pero muy intensa. ¡Vamos a intentar que te lleves los mejores recuerdos!
Plaza de la Victoria
Es uno de los lugares más simbólicos de la ciudad, con una carga histórica especial. Y es que aquí tuvo lugar un evento extremadamente importante para Rumanía: la revolución de 1989, que sirvió para lograr la proclamación de la primera ciudad libre del yugo comunista en todo el país.
En este punto no faltan edificios emblemáticos en los que poner tus ojos: la Ópera rumana, la Catedral ortodoxa, el Museo Banat o varias galerías de arte componen en menú cultural. Así que estamos hablando del sitio perfecto para comenzar a conocer Timisoara más a fondo. ¡Importante! No te pierdas tampoco el imponente monumento «La loba con niños», que Roma regaló a la localidad rumana. Lo mismo podemos decir de la «Fuente con peces» que se levantó en 1967 y también atrae a muchos turistas.
Plaza de la Libertad
Representa el mercado más antiguo de Timisoara. Se trata de un punto imprescindible, entre otras cosas, por los grandes edificios que aquí se levantan: el Antiguo Ayuntamiento, el Casino Militar o la Casa de la Atlántida componen un interesante elenco. A través del mercado se conectan dos puntos importantes: la Plaza de la Unión y la Plaza de la Victoria.
Plaza de la Unión
Conocida también como la «Plaza del Dom» -por la existencia del Dom Católico-Romano-, en su interior se ubican atractivos destinos como la catedral católica romana y la catedral de San Jorge. No solo eso, también está el Palacio Barroco, que incluye el el Museo de Arte, la Catedral Ortodoxa Serbia, la Casa Brück o el Monumento de la Santísima Trinidad.
El Parque de las rosas
El Parque de las Rosas tiene una gran historia detrás. Construido en 1891, este sitio fue posible gracias a los arquitectos paisajistas Árpád Mühle, el hijo de Wilhelm Mühle y Mihai Demetrovici. El resultado impresionó y levantó las alabanzas del propio emperador Franz Joseph. Es importante mencionar que durante el periodo de entreguerras, aquí se organizó el primer teatro al aire libre. Después, durante la Segunda Guerra Mundial el parqué resultado daño y fue necesario restaurarlo. Esto permitió elegirlo como un lugar preferente para la organización de eventos.
¡5 opciones increíbles para descubrir Timisoara en un solo día! ¿Cuál de todos estos puntos de interés turístico crees que te gustará más?