Las escapadas románticas fortalecen las relaciones, ofrecen nuevas perspectivas sobre la pareja y crean experiencias inolvidables. Estas experiencias se convierten en recuerdos preciados que enriquecen el alma y cuentan historias para recordar con cariño cuando no es posible viajar. Si planeas un viaje con tu ser querido, Rumanía es una opción que vale la pena considerar. Ya sea que sueñes con una escapada pintoresca a las montañas o unas vacaciones en la costa del Mar Negro, encontrarás opciones que se adaptan a tus planes. Aquí tienes una lista de algunos de los lugares más románticos de Rumanía:

1. Complejo Harmonie

El lema de este lugar expresa un aspecto fundamental para el equilibrio de cada uno de nosotros: “La vuelta del ser humano a la naturaleza.” ¿Dónde mejor para redescubrir la paz y la tranquilidad que en un entorno natural, lejos del ajetreo de la ciudad? El Complejo Harmonie es un oasis de relajación rodeado de montañas, ubicado a solo 5 kilómetros de la estación de Predeal, en el condado de Brașov.

La intimidad, la naturaleza y el romanticismo se combinan a la perfección en este entorno natural, con vistas a las montañas de Bucegi, Piatra Craiului y Pârâul Rece. El complejo cuenta con cinco villas ecológicas, tres casas en los árboles y un observatorio. Si quieres revivir los recuerdos de la infancia o experimentar una nueva estancia en una casa en el árbol, este lugar de ensueño puede hacerlo realidad. Aquí estarás en armonía con la naturaleza, disfrutando de un paisaje impresionante.

Cada casa y villa tiene un diseño único que combina madera y piedra natural en estilos clásico, moderno y rústico. Los espacios están decorados con un estilo original que recuerda a las cabañas de montaña antiguas, pero con todas las comodidades modernas.

2. Playa de Corbu en Constanța

No es una playa cualquiera; es especial por su carácter salvaje y sin intervención. No es una playa acondicionada, pero su belleza radica precisamente en esta simplicidad. Aquí no encontrarás el problema de la masificación, sino un espacio para disfrutar de la paz y la privacidad. La Playa de Corbu es un lugar diferente donde la agitación habitual de la costa no ha llegado, dejando que soñadores y románticos encuentren un rincón donde disfrutar del paisaje.

Esta playa forma parte de la Reserva de la Biosfera del Delta del Danubio. Su arena fina, las conchas marinas y los cisnes que llegan desde el Delta del Danubio crean un paisaje idílico. La naturaleza salvaje se muestra aquí en todo su esplendor. La simplicidad del lugar transmite tranquilidad desde el primer momento. La única terraza en Corbu está a unos 50 metros de la playa. En los alrededores, hay numerosas opciones de alojamiento, como villas, casas de vacaciones y pensiones.

3. Castillo Mikes en Zabala

En la localidad de Zabala, en el condado de Covasna, encontrarás una cuna del romanticismo, encarnada en un castillo del siglo XVI. El nombre del edificio viene de la familia noble a la que pertenece la propiedad.

Imagínate entrando en el mundo de la nobleza de Transilvania y experimentando cómo vivían condes y condesas en tiempos pasados. En el Castillo Mikes, podrás disfrutar de esta experiencia. Es uno de los pocos sitios históricos en los que aún viven descendientes de la familia que lo construyó. La hospitalidad de los propietarios es uno de los elementos que harán de tu estancia una experiencia inolvidable.

La propiedad cuenta con más de 15 habitaciones decoradas al estilo de antiguos palacios, con espacios luminosos, paredes doradas y estufas tradicionales. Los objetos antiguos, la biblioteca, la música suave de fondo, las cenas románticas y las hogueras crean un ambiente armonioso y romántico para momentos inolvidables junto a tu pareja. En Zabala, también puedes practicar actividades como la equitación, el críquet y el remo.

Uno de los espacios más románticos del complejo es la Sala Roja, con una bañera en el centro y una decoración medieval. Los paseos por los largos senderos, el cine privado y la sauna de madera son los ingredientes perfectos para una escapada de cuento de hadas.

Este lugar es ideal si buscas una escapada romántica donde desconectar de la tecnología, el ajetreo y la rutina diaria.

4. Hadar Chalet

Hadar Chalet es una cabaña de lujo que recuerda a las de los Alpes. Aquí encontrarás comodidad, platos tradicionales y una desconexión total de todo lo relacionado con la tecnología. Es el lugar ideal para reconectar con uno mismo y con la naturaleza. Al principio, la falta de cobertura telefónica puede resultar inquietante, pero al final descubrirás los beneficios de esta “cura” de desintoxicación digital.

Hadar Chalet cuenta con 12 habitaciones divididas en: habitaciones estándar, premium, suites, apartamentos deluxe y penthouse. Aquí podrás pasar un fin de semana de ensueño con tu pareja, tomando una copa junto a la chimenea o contemplando un cielo lleno de estrellas. Entre las actividades disponibles en Hadar Chalet, están las caminatas por la montaña, el tenis, el ping-pong y el billar. En verano, las parejas pueden disfrutar de una cena romántica en una casa en el árbol, y también está abierta la piscina. En este entorno se encuentra además una piscifactoría de truchas y un parque bellamente acondicionado.

5. El Hotel de Hielo en el Lago Bâlea

Esta idea única, la primera en el sudeste de Europa, tomó forma en 2005. Desde entonces, cada año en los montes Făgăraș se construye un hotel de hielo que atrae a numerosos visitantes. La construcción está hecha completamente de nieve y bloques de hielo obtenidos del lago Bâlea. La idea de pasar una noche en una habitación esculpida a mano y hecha de hielo es una experiencia que muchos aventureros y curiosos desean probar. Esta puede ser la ocasión perfecta para vivir un momento único junto a tu pareja.

El complejo incluye el edificio principal, la capilla de hielo y los iglús donde se alojan los huéspedes. El mobiliario de las habitaciones también está esculpido a mano. No te asustes ante la idea de dormir en una cama de hielo; los responsables del lugar han pensado en todo para que los turistas no sufran el frío. Las camas están equipadas con colchones y sacos de dormir que permiten pasar la noche sin problemas. Otro aspecto singular es que hasta los vasos del bar y los platos donde se sirve la comida están hechos de hielo.

En invierno, la única forma de subir al Lago Bâlea es en telecabina.